Los cambios que tuvo mi vida en los últimos meses son tal vez infinitos, todo ese dolor fue un trampolín para estar y ser lo que soy ahora, y después de todo el proceso llegue a la conclusión de que la felicidad en realidad es sentir gratitud, tener el corazón lleno de gratitud antes de dormir y otra vez lleno de gratitud a la mañana.
Unos meses atrás ese sentimiento no existía en mi vida. Estoy agradecida, feliz y contenta con todo lo que hizo y cambio en mí este proceso, que sigue cada día en mí.
¡Estoy agradecida de poder ver el amor a mi alrededor y poder retribuir como realmente quiero, porque al fin puedo!
Estoy agradecida con las personas que abrieron una ventanita de esperanza en mi corazón y que eso me llevo a buscar ayuda, como dije el primero día, quería hacer un solo intento, y ese intento me salvó, me cambio, me trajo de vuelta, ¡ese intento me hizo nacer de nuevo y tener la vida que quiero, y querer la vida que tengo, gratitud, gratitud, gratitud!