Cuando empecé la sesión, era muy negativa en todo. Sólo veía lo negativo no sólo en mí, sobre todo en mi pareja, todo el tiempo pensaba en las cosas negativas que pasé a su lado, las cosas dolorosas que me pasaron y me solía victimizar casi siempre.
Me veía gorda, fea, sin ganas de salir, de arreglarme… pensaba todo el tiempo en las cosas que me causaron dolor y lloraba mucho siempre. Era muy explosiva y solía estar mal humorada y estresada todo el tiempo.
Cuando comencé la terapia volvía muy nerviosa, me costaba hacer las tareas porque me negaba a recordar las cosas que había vivido, me costaba recordar y volvía a doler… poco a poco iba mejorando a medida que iba entendiendo la realidad de la situación. Después cuando estaba en una situación complicada pensaba antes de reaccionar y así poco a poco iba mejorando.
Hoy en día agradezco tantas cosas, muy especialmente a mi pareja… comprendí que debido a todo lo doloroso que viví con él hoy en día poseo cosas maravillosas gracias a él. Entendí y pude quitar de cada momento negativo el aprendizaje y este tratamiento me enseñó a encontrarle siempre el lado positivo a cada situación, en todos los aspectos de la vida.
Que no todo lo desagradable que había vivido en mi relación era culpa de él, que yo también cometí errores en la relación.
Que los problemas no son más que situaciones del momento y siempre, siempre tienen solución.
Que todos pasamos por situaciones difíciles y que no sólo a mí me pasa.
Hoy puedo decir que recuperé las ganas de vivir, de salir, de arreglarme, me siento bien, más positiva, aprendí a canalizar el estrés.
Estoy muy agradecida a mi pareja por todo, cada momento, cada día compartido, porque haya sido como fue. Gracias, gracias, gracias…