Vamos por la vida en piloto automático y así también llevamos las relaciones y la vida de pareja, en modo ausente, ignorando o evitando pensar, evitando escucharnos por miedo a lo que podríamos encontrar y no saber cómo dar curso a la situación o simplemente ignoramos lo que pasa por miedo a tener que decidir, que hasta que llegamos al límite y puede que tú estés ahí si sientes…
… Tu vida como estancada
… Una sensación de vacío
… Sin confianza en ti misma
… Culpable por cosas del pasado
… Miedo de tomar decisiones
… Sin energía
… Fracasada
Ignorar los síntomas y señales que recibimos no solucionan la situación, ni la relación, la decepción no manejada adecuadamente solamente genera más distanciamiento y la desconfianza crece hasta el punto que uno o ambos digan “basta” porque el costo de mantener la relación le resulta muy alto.
Una paciente me decía lo siguiente:
“Actuaba sin dar debate, tenía dificultades para comunicarme con mi pareja. Tenía miedo de enfrentar situaciones, sentía que no era capaz, que no estaba lo suficientemente preparada. Renuncié a mis sueños, a lo que siempre había querido y soñado, callé lo que pensaba.”
Hay fantasías o ideas irreales que reproducimos y adoptamos en las relaciones, asumiendo que nos conducirán al éxito y a la relación feliz con la que todos soñamos en mayor o menor medida, sin embargo, nos enfrentamos con la realidad de gran frustración y dolor ante las expectativas no alcanzadas, pese a nuestro esfuerzo y renuncia.
Y es esa la mentira que nos contamos, que si callamos, que si le damos el gusto al otro, si renunciamos nuestros sueños, si esto o aquello que renuncio para el otro… seremos felices, NO… no funciona así.
Es de un gran valor aprender estos tres pasos para que la relación pueda crecer a la par de tu crecimiento y el de tu pareja: conocerse primero a sí mismos, saber identificar las propias necesidades según la escala de valores que tienen como individuos para poder expresar, comunicar y negociar y que ambos puedan salir ganando en cada uno de los retos o vivencias que tengan.
Es por eso que el callar te deja con el sabor amargo de que eres quien pierde, que renuncias y que dejas de ser para que el otro pueda ser PERO EL OTRO JAMÁS SE ENTERÓ DE TUS NECESIDADES porque actuamos bajo la idea de callar, ceder y ser sumisas o entregar todo sin saber que esto es lo que lleva a cualquier relación a la falacia.
Es hora de tomar acción, no de huir o salir de la relación, sino de redescubrirte, volver a conocerte, porque con el tiempo de callar y ceder te has perdido a ti mismo/a y reinventar tu relación.
El vacío se llena de adentro hacia afuera, toma acción de sanar las emociones negativas que hoy contaminan tu vida, tu ser y hacen que vivas una relación tóxica, trabaja en ello, supera el miedo y desconfianza para que encuentres la claridad para tus decisiones. Mientras estamos contaminados por dentro con estas emociones negativas, crearemos relaciones contaminadas con estas emociones también.
Si la acción que hoy tomes sea la de sanarte a ti, de trabajar en tu salud emocional y psicológico para que puedas amar y sentir felicidad lo reflejarás en tu vida, lo que traes dentro se manifiesta fuera y se refleja en tus relaciones y que eso sea amor, gratitud, plenitud y bienestar.
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