Puede resultar menos fácil cuando las experiencias dolorosas siguen atormentando, invaden los pensamientos y miles de preguntas sin respuestas invaden la mente, roban la energía y el sueño, la piel se eriza cuando los cuerpos se aproximan porque los recuerdos te irrumpen la tranquilidad.
Una lucha entre la razón y el corazón es lo que vemos en el siguiente caso:
“Le quiero…. nos amamos aún, pero cada vez que intentamos recuperar la relación los recuerdos de cosas que pasaron nos llevan a constantes reproches. No estamos seguros de lo que queremos porque la relación así no tiene sentido”
Cuando sabemos cómo superar las pequeñas desilusiones desde un principio lo que pasa es que se acumulan, tratamos de olvidarlas, de hacer caso omiso, pero la suma de las decepciones, lleva al resentimiento.
Muchas desilusiones son producto de las propias expectativas que cada uno crea sobre la otra persona y la relación. Estas expectativas están basadas en las necesidades internas de cada persona según sus experiencias a lo largo de la vida, lo que vio, aprendió y en las fantasías que crea sobre la relación. Al decir fantasía se entiende por expectativas no realistas que son en un alto porcentaje las responsables del dolor y del resentimiento.
El resentimiento como producto de las expectativas no satisfechas va debilitando el vínculo y lleva a una ruptura, la conexión en la pareja se rompe gradualmente, ambos en estado de resentimiento buscan satisfacer esa necesidad de otra forma como puede ser con el trabajo, en el rol de madre/padre, servicios sociales, amistades, etc. Esto es en palabras sencillas la rápida explicación de la ruptura de una relación y ésta ruptura no siempre se presenta evidentemente, puede darse que convivan, que aparentemente está bien, pero en algún momento toman conciencia que deben hacer algo porque sienten que la brecha que les separa es cada vez mayor.
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No es posible construir una relación sobre bases como el resentimiento o culpa, es así cuando sobre esas bases se pretenden dar la otra oportunidad a la relación cuando se hace presente la sensación de disonancia interna lo que llamo la pelea entre el corazón y la razón.
No basta tener la intensión y tomar la decisión racionalmente para reconstruir la relación si antes no se ha aprendido a sanar el dolor, la desilusión o resentimiento, porque esas emociones que guardamos en el interior saldrán una y otra vez a la luz y hablan más fuerte que la razón.
Si se intenta recuperar la relación desde la razón ambos pondrán mucha energía en ello, pero como que las emociones negativas están dentro y requiere mucho esfuerzo controlarlas, al poco tiempo ambos se agotan y afloran nuevamente los reproches. Harán este intento las veces que puedan, hasta que uno o ambos se cansen y pasan a vivir una relación de indiferencia. ES ESTO LO QUE QUIERES?
Si eres de las personas que quiere superar el dolor y estas dispuesta/o a trabajar en tu auto-superación puedo ayudarte a romper los patrones a los cuales estás atada/o y no consigues salir, a trabajar las percepciones y sanar el dolor y las cargas emocionales negativas que te condicionan, romper hábitos disfuncionales conscientes o inconscientes.
Para que la relación tenga las bases saludables se requiere sanar el resentimiento, esto no es con un consejo, es por medio de un proceso interior que paso a paso lograrás avanzar para que lo consigas y recuperes tu tranquilidad, tu paz interior, estés libre de pensamientos del pasado que te atormenten y tengas una nueva visión de ti y de tu pareja.
Conocer la psicología interior de las relaciones te amplia la mirada, te permite recuperar la seguridad y la confianza, te empodera y te permite encontrar nuevas alternativas antes no contempladas y construir una relación plena, con aceptación, conexión, intimidad y amor.
Tienes la oportunidad de elegir la relación que deseas construir, tener y vivir… comunícate y reserva tu espacio para trabajar conmigo para que te muestre como conseguirlo ya
